martes, 16 de abril de 2019

Valla tribal

Bueno, bueno, bueno, queridas amigas y amigos, y también enemigos, por qué no?

El viento , la lluvia , el sol , el granizo, el polvo de la tierra ,todos ellos colaboran con la obra de la valla , ya sea modificando , transformando , rompiendo , decolorando , cambiando de color o de lugar cada pieza que coloco en la valla.

Lo primero que hago al  llegar es comprobar si todo sigue en su sitio o si hay cambios y transformaciones. Siempre hay novedades y sorpresas.


Esta misma mañana he atado estas piezas hechas con corteza de madera  , hierba y juncos a la valla de palos de color azul y violeta.La pieza de corcho con casitas y pinos de madera  ha perdido la mitad de las casas ,estaban en el suelo .


La otra pieza más delicada aún está hecha con juncos y ramas de higuera y atada con lana amarilla y cuerda de pita. Una hoja de laurel y unos caracoles son los ingredientes de este guiso...😉

Me gusta también asociar la idea de cocinar un guiso lento a la creación de esta valla.Una  valla con sabor, una valla refugio , una valla tribal , una valla cocina , una valla lenta , una valla efímera...


 Aquí os dejo las fotografías de las demás piezas que ataré a la valla de palos azul y violeta más adelante, cuando pase el frente de lluvias porque no quiero que sean destruidas/transformadas tan pronto.

Me gusta el aire de arte primitivo y cultura tribal de estas piezas realizadas con materiales que encuentro en el campo donde está la valla situada.



Estas piezas están llenas de simbolismo que nos hacen adentrarnos en el territorio de lo mágico y misterioso. El ojo nos mira fijamente  para que veamos lo invisible.


 Es, como si el Arte, eso que nos preguntamos ¿pero qué es?, se convirtiera en un extraño que llama y, muy prudentemente, se queda en el quicio de la puerta esperando..., quiere saber si estamos dispuestos, receptivos a lo que viene a contarnos.



¿ Qué es el ARTE?
En las sociedades más ricas la gente se pasa la vida corriendo, a veces a un ritmo frenético. Vivimos inmersos en lo que se ha dado en llamar sociedad de consumo y cuando no estamos produciendo estamos consumiendo. En las sociedades más deprimidas económicamente, las personas son prisioneras de necesidades básicas que, incluso trabajando de sol a sol, pueden no llegar a cubrir. Al final... todos esclavos, condenados a este invierno del alma de insatisfacción y desesperanza que produce una especie de desazón, de embrutecimiento, de desconexión de uno mismo que desemboca en pura inercia mecánica. Y lo mecánico tiene poco de humano, todo lo contrario que el Arte. El Arte tiene la capacidad de sacarnos de cualquier runrún monótono. El Arte, cuando es bueno, te sacude, te conmueve, te emociona, te lleva de viaje a lo más profundo y más humano que hay en uno mismo, te lleva, en fin, al lugar donde se tienen guardados los sentimientos. 



'Parece que el Arte es, de pronto, una forma de entender cosas que nos conmueven pero que no se pueden explicar'

Y ahora, al preguntarse en alto ¿Qué es el Arte?, deje de lado por un segundo todas estas cosas tan razonables y piense, por un segundo, la última vez que algo le ha conmovido de forma profunda. Piénselo. ¿Fue una película? ¿Una melodía? ¿Fue una escultura? ¿O una novela o un poema? Piénselo un segundo. ¿Lo tiene? Si no piénselo aún un poco más hasta que lo recuerde. Es importante. ¿Ya? Bien, ahora... ¿Recuerda lo que sintió? Difícil de explicar, ¿verdad? Emoción. Seguramente. Conexión con algo que va un poco más allá de la razón. Sin duda algo profundo, la sensación de estar vivo. Quizá pensó que le gustaría que esa sensación no se acabara nunca. ¿Lo recuerda? Cuando el arte toca -aunque no sepamos exactamente decir qué es exactamente eso-, es como si, de manera inesperada, recibiéramos la visita de un desconocido en los sótanos del alma, allí donde tenemos guardados los sentimientos -a veces olvidados- de toda una vida...

 ¡Un momento! En los sótanos del alma, que curioso, es difícil definir alma, pero aún es más difícil pensar que el alma tenga ¡sótanos! Los edificios tienen sótanos ¿pero el alma? Y sin embargo hay algo que entendemos con esta expresión, algo que llega a donde la razón no alcanza. Parece que el arte es, de pronto, una forma de entender, otra forma de entender, cosas que nos conmueven pero que no se pueden explicar así como así. Es, como si el Arte, eso que nos preguntamos ¿pero qué es?, se convirtiera en un extraño que llama y, muy prudentemente, se queda en el quicio de la puerta esperando..., quiere saber si estamos dispuestos, receptivos a lo que viene a contarnos.




No hay comentarios:

Publicar un comentario