ARTE PARA FRENAR LA ESPAÑA VACÍA
Los llamativos murales decoran las fachadas de piedra y adobe de las viviendas de Moranchel,
que de la mano de la artista Asun Vicente constituyen un verdadero museo al aire libre PÁGINAS 8 A 10
GUADALAJARA
8
La Tribuna de Guadalajara
Fin de semana 14 y 15 de diciembre de 2019
Fin de semana 14 y 15 de diciembre de 2019 | La Tribuna de Guadalajara GUADALAJARA | 9
TURISMO | ARTE EN LAS PAREDES FRENTE A LA DESPOBLACIÓN
BELÉN MONGE RANZ / MORANCHEL
Se encuentra abierto todos
los días del año y se ha convertido
en un atractivo turístico
más de algunos pequeños
y grandes municipios. Son los conocidos museos al aire libre
donde artistas de técnicas muy diversas
toman sus útiles y crean murales,
trampantojos y grafítis que
construyen generalmente a modo
de grandes lienzos y que decoran
paredes, muros, ventanas y garajes
de edificios. En unos casos se realizan
con fines puramente decorativos
y culturales, y en otros, para tapar
zonas degradadas. Es lo que se
viene en llamar, arte callejero.
Si las paredes hablasen, relatarían
todo tipo de historias.
Detrás
de cada trampantojo de Asun Vicente
se desvelan las ilusiones ópticas
que crea el ojo a través de
estas tarjetas postales. También
en los lienzos confeccionados con
espray se descubren batallas de
época y reivindican añoranzas o
sueños. Todo es arte urbano y va
ganando poder de atracción.
En Guadalajara, se pueden ver
algunos ejemplos en al menos
media decena de municipios. El
primero en iniciar su andadura a
lo grande, allá por los años ochenta,
fue Escariche. A él han seguido
Moranchel, Driebes o La Toba, entre
otros. Todos ellos forman hoy
parte de la ruta de muchos turistas
deseosos de disfrutar del arte
urbano incrustado en muros de
callejuelas y rincones castellanos.
En el diminuto municipio alcarreño
de Moranchel, pedanía de Cifuentes
vive Asun Vicente,una reputada artista de Bellas
Artes que, con el único propósito
de ver su pueblo bello y alegre,
comenzó en el año 2006 una andadura
que acaba de dar por finiquitada
cuando más conocida es su
obra.
En estos años, Asun ha convertido
fachadas de piedra y adobe
en alegres y bonitos trampantojos.
La floristería ha sido el último
que ha pintado y también el más
grande. Lo hace de manera altruista,
aunque admite ayudas para pagar
la pintura acrílica que utiliza e
incluso le invitan a algún café. Aunque
reconoce que la gente es muy
amable y agradecida, tiene decidido
que es el momento de cerrar
una etapa y abrir otra nueva.
Sus trampantojos, no del todo realistas
sino con algo de fantasía y mucho
colorido, la han hecho famosa. En
cada uno hay una bonita historia
colmada de luz, brillo y brochazos
finos del color de la lavanda. El único
fin de la artista era ver su pueblo
«bello y mantener vivo el recuerdo
de elementos tradicionales». Así,
en sus murales -de gran formato,
mediano o pequeño- se puede ver
claramente ese toque apegado al
folklore y la tradición de Moranchel:
farolas, llaves antiguas, herrajes,
banquetas, harinosas, los
membrillos asados que se comían
antaño o las antiguas ventanas y
puertas de madera de las casas.
Su primer trampantojo data de
2006. Lo tituló Calle Busca Ruido
por ser la zona la más animada
del pueblo. Representa una casa
antigua y en sus ventanas se ob-
servan un niño y una niña jugando
a juegos en los que intercambian
roles. A este mural de gran
formato le seguiría en similares
dimensiones La Panadería, pintado
a petición expresa del hijo
del último hornero del pueblo. Y
el último que ha realizado ha sido
La Floristería, un trampantojo repleto
de colorido en el que también
la lavanda toma un protagonismo
especial.
Sabe que su arte no durará toda
la vida pero no le duele. «Lo he hecho
para dar alegría a mi pueblo,
no para atraer turismo, aunque esto
ha venido después», afirma tras
reconocer con humildad que sus
murales son ya un reclamo más incluido
en el recorrido turístico de
la comarca. Incluso los niños del
pueblo han tomado apunte y ha-
cen sus pinitos en este arte allá
donde se lo permiten los padres.
Santiago Gálvez, uno de los vecinos,
admita lo que hace Asun. «Se
merece un altar. «Ojalá todos los
pueblos estuvieran así», dice. Lo
cierto es que con sus pinceles de
colores ha roto del todo la célebre
frase del nobel Camilo José Cela,
que lo situaba Moranchel como un
pueblo gris y pardo; ahora está lleno
de color. Los propios lugareños
admiran lo que hace. Desde que
sus trampantojos visten las paredes
del pueblo, algunos mayores
incluso han cambiado el recorrido
de sus rutinas diarias para ver la
‘mini meca’ de pinturas de esta
amante de lo bello. Algo que agradece
también la artista alcarreña,
Asun Vicente pinta
para ver su pueblo
bello y alegre y
para mantener
viva la tradición
quien quiere seguir pintando, pero ya no
trampantojos de grandes dimensiones
sino otros caprichos. Su
propio marido reconoce que hay
momentos en los que se desanima
porque «lo da todo y se le viene encima
», afirma.
Por su parte, el alcalde pedáneo
de Moranchel, Rafael Martínez, valora
la publicidad que Asun da al
pueblo y el turismo que ha atraído.
Pero pese a que le «encantaría» poder
apoyarla económicamente, señala
que no hay presupuesto para
ello, aunque si está en sus planes
plantearlo ante la Diputación. Lo
cierto es que Moranchel hoy es un
poco más conocido que años atrás.
Ya no solo se va a pescar sino a visitar
los trampantojos de Asun.
«He cerrado con flores esta
etapa para hacer Land Art»
El Land Art es la nueva apuesta de Asun ahora. Se trata de
una corriente en la que el paisaje y el arte están estrechamente
entrelazados y el artista utiliza como materia prima
de sus obras lo que le aporta la naturaleza. Salvando las distancias
-como ella misma díce-, ha pintado los chopos de su pueblo
de colores a modo del Bosque de Oma de Agustín Ibarrola. Su
último trabajo ha sido el decorado de una valla con elementos de
reciclaje. «Mi arte es pobre en recursos pero en Estados Unidos
todo esto es a lo grande», afirma. Asegura que desde que viene
más gente de fuera a ver sus trampantojos y el Land Art, los propios
vecinos los valoran más. «He cerrado mi etapa y me he despedido
con flores», concluye haciendo referencia a La Floristería,
su último gran mural.
RUTA DE TRAMPANTOJOS,
MURALES Y GRAFITIS
El museo al aire libre de Moranchel se ha convertido ya en destino turístico para curiosos y amantes del arte en la calle.
Asun Vicente pinta
para ver su pueblo
bello y alegre y
para mantener
viva la tradición
1
1 · ‘La Panadería’ fue una petición de un vecino de Moranchel 2 · ‘El Jardín
de los Pájaros’ destaca por su colorido 3. ‘La Floristería’ es la última
creación, pintada sobre la única fachada que todavía mantiene la puerta
original 4 · ‘Calle Busca Ruido’ fue su primer trampantojo / JAVIER POZO
2
3
4
MUROS QUE
CUENTAN
HISTORIAS
Y MAGOS
DEL ESPRAY
Escariche fue pionero en transformar sus
fachadas en galerías de arte, un ‘boom’
al que se suman ahora La Toba o Driebes
CUENTAN
HISTORIAS
Y MAGOS
DEL ESPRAY
Escariche fue pionero en transformar sus
fachadas en galerías de arte, un ‘boom’
al que se suman ahora La Toba o Driebes
BELÉN MONGE RANZ / GUADALAJARA
El arte callejero se ha convertido
hoy en día en un nuevo atractivo
turístico y freno contra la despoblación
de muchos pueblos. El caso de
Escariche es el más conocido por ser
el primero en tomar la iniciativa. Este
pequeño pueblo, también de la
Alcarria, se convirtió en la década de
los años ochenta en un gran mural
para artistas de distintos rincones
del mundo. Hoy apenas quedan siete
en buen estado de conservación
de los casi cuarenta que se crearon.
El paso del tiempo o la construcción
de nuevas viviendas ha denostado
el resto. Sin embargo, la iniciativa ha
sido imitada por otras localidades
amantes del arte, la cultura y de sus
gentes. Así, en diferentes formatos y
distintas técnicas, La Toba o Driebes
también han apostado por el arte
urbano en sus calles, y se aprecia algunas
muestras en Marchamalo y
en la propia capital.
De la diminuta ‘capilla sixtina’
en la que se convirtió en su día Escariche
gracias a sus pinturas murales
salpicando tapias, paredes y
fachadas, que atraían a miles de curiosos
y turistas, apenas queda una
muestra. Pero su alcaldesa, Carmen
Moreno, tiene clarísimo que
quiere recobrar el esplendor que
tuvo el municipio gracias al proyecto
Muralistas de Escariche. Una
apuesta promovido en 1985 por el
pintor local Rufino de Mingo, quien
invitó a artistas nacionales y latinoamericanos
a pintar las paredes
de este pueblo con temáticas variopintas,
consiguiendo reunir a
cerca de cuarenta artistas de una
veintena de países.
Moreno era una niña por entonces
pero recuerda bien la expectación
y revuelo que crearon esos frescos
porque era su padre quien tenía
el bastón de mando. «Éramos el pueblo
de las pinturas», subraya mientras
precisa que ahora se conservan
«perfectamente» siete de ellos. Asegura
a La Tribuna que la intención
de del Consistorio es «retomar y fomentar
» el proyecto que «dio vida a
Escariche».
Sabe que se necesita dinero y que
compiten con fiestas de interés turístico,
pero no desiste en poder conseguir
el apoyo de la Diputación de
Guadalajara. «Aquí tenemos dos
concejales de turismo, eso da muestras
de la importancia e impulso que
queremos dar a nuestras pinturas»,
puntualiza la alcaldesa tras resaltar
la excelente ubicación de la localidad,
en la ruta que va de Mondéjar a
Pastrana.
Otro ejemplo de murales en la calle
lo vemos en el pueblecito de La
Toba. Han puesto en marcha un
concurso que bajo el título Arte en
La Toba, pretende promover la cultura
y la creatividad y ser más atractivo
para sus visitantes.
Driebes va camino de convertirse
en la meca de unos grafitis muy particulares.
El reciente descubrimiento
en este municipio, también alcarreño,
de la ciudad romana de Caraca,
llevó a su Corporación a querer
potenciarlo como una forma más de
luchar también frente a la creciente
despoblación. Para ello crearon un
concurso de grafitis bautizado como
Ruranos que ya tiene identidad
propia. Un concurso dirigido expresamente
a «dar mayor visibilidad a
la ciudad de Caraca» teniendo en
cuenta la temática romana de los
murales pintados con espray, afirma
su alcalde, Javier Bachiller.
Pronto se convocará la tercera
edición y el Ayuntamiento quiere
otorgare este año una mayor dimensión,
hacer un «Big Ruranos», dice,
esperando también el apoyo de la
Diputación.
DIPUTACIÓN. Así, el vicepresidente
de la Diputación y diputado de
Turismo, Rubén García, reconoce
en estas iniciativas un turismo
«nuevo y diferente que podemos
empezar a descubrir», y se muestra
abierto a escuchar las propuesta de
los alcaldes.
En todo caso, quien esta seguro
de las bondades de este tipo de iniciativas
es el cronista provincial Antonio
Herrera Casado. Tanto en el
caso de Escariche como en otros
proyectos futuros ve en estos museos
al aire libre «muros de contención
ante el vaciamiento de los
pueblos y una ayuda para que la
gente se quede en ellos», concluye.
El arte callejero se ha convertido
hoy en día en un nuevo atractivo
turístico y freno contra la despoblación
de muchos pueblos. El caso de
Escariche es el más conocido por ser
el primero en tomar la iniciativa. Este
pequeño pueblo, también de la
Alcarria, se convirtió en la década de
los años ochenta en un gran mural
para artistas de distintos rincones
del mundo. Hoy apenas quedan siete
en buen estado de conservación
de los casi cuarenta que se crearon.
El paso del tiempo o la construcción
de nuevas viviendas ha denostado
el resto. Sin embargo, la iniciativa ha
sido imitada por otras localidades
amantes del arte, la cultura y de sus
gentes. Así, en diferentes formatos y
distintas técnicas, La Toba o Driebes
también han apostado por el arte
urbano en sus calles, y se aprecia algunas
muestras en Marchamalo y
en la propia capital.
De la diminuta ‘capilla sixtina’
en la que se convirtió en su día Escariche
gracias a sus pinturas murales
salpicando tapias, paredes y
fachadas, que atraían a miles de curiosos
y turistas, apenas queda una
muestra. Pero su alcaldesa, Carmen
Moreno, tiene clarísimo que
quiere recobrar el esplendor que
tuvo el municipio gracias al proyecto
Muralistas de Escariche. Una
apuesta promovido en 1985 por el
pintor local Rufino de Mingo, quien
invitó a artistas nacionales y latinoamericanos
a pintar las paredes
de este pueblo con temáticas variopintas,
consiguiendo reunir a
cerca de cuarenta artistas de una
veintena de países.
Moreno era una niña por entonces
pero recuerda bien la expectación
y revuelo que crearon esos frescos
porque era su padre quien tenía
el bastón de mando. «Éramos el pueblo
de las pinturas», subraya mientras
precisa que ahora se conservan
«perfectamente» siete de ellos. Asegura
a La Tribuna que la intención
de del Consistorio es «retomar y fomentar
» el proyecto que «dio vida a
Escariche».
Sabe que se necesita dinero y que
compiten con fiestas de interés turístico,
pero no desiste en poder conseguir
el apoyo de la Diputación de
Guadalajara. «Aquí tenemos dos
concejales de turismo, eso da muestras
de la importancia e impulso que
queremos dar a nuestras pinturas»,
puntualiza la alcaldesa tras resaltar
la excelente ubicación de la localidad,
en la ruta que va de Mondéjar a
Pastrana.
Otro ejemplo de murales en la calle
lo vemos en el pueblecito de La
Toba. Han puesto en marcha un
concurso que bajo el título Arte en
La Toba, pretende promover la cultura
y la creatividad y ser más atractivo
para sus visitantes.
Driebes va camino de convertirse
en la meca de unos grafitis muy particulares.
El reciente descubrimiento
en este municipio, también alcarreño,
de la ciudad romana de Caraca,
llevó a su Corporación a querer
potenciarlo como una forma más de
luchar también frente a la creciente
despoblación. Para ello crearon un
concurso de grafitis bautizado como
Ruranos que ya tiene identidad
propia. Un concurso dirigido expresamente
a «dar mayor visibilidad a
la ciudad de Caraca» teniendo en
cuenta la temática romana de los
murales pintados con espray, afirma
su alcalde, Javier Bachiller.
Pronto se convocará la tercera
edición y el Ayuntamiento quiere
otorgare este año una mayor dimensión,
hacer un «Big Ruranos», dice,
esperando también el apoyo de la
Diputación.
DIPUTACIÓN. Así, el vicepresidente
de la Diputación y diputado de
Turismo, Rubén García, reconoce
en estas iniciativas un turismo
«nuevo y diferente que podemos
empezar a descubrir», y se muestra
abierto a escuchar las propuesta de
los alcaldes.
En todo caso, quien esta seguro
de las bondades de este tipo de iniciativas
es el cronista provincial Antonio
Herrera Casado. Tanto en el
caso de Escariche como en otros
proyectos futuros ve en estos museos
al aire libre «muros de contención
ante el vaciamiento de los
pueblos y una ayuda para que la
gente se quede en ellos», concluye.
 |
| Grafitis de Driebes |
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| murales de Escariche y La Toba |
Mural de Escariche pintado en los años 80
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https://www.latribunadetoledo.es/Noticia/Z687AC52C-AC1C-DA30-8695EEFF6DD8E9B9/201912/Ruta-de-trampantojos-murales-y-grafitis Se ha publicado en las 5 provincias de Castilla la Mancha. Alcarria es más también se hizo eco :https://www.facebook.com/alcarriaesmas/ Más información sobre la obra de Asun Vicente en Facebook :https://www.facebook.com/La-panadería-de-Moranchel-1329660363791305/ |
